viernes, 11 de marzo de 2011

Los Swaps, ¿qué son?


Los swaps se crearon en los años ochenta, para intercambiar flujos de capital. Su principal función es la de cubrir riesgos financieros y de mercado. Estos tratan de cubrir a todos los que estén sometidos a los agentes agentes económicos (cambios en el tipo de interés, cambio de precio de las materias primas…

Exactamente,¿qué son?
 Los swap son contratos por los cuales, las partes que lo contratan acuerdan intercambiar flujos de efectivo  de un principal, en unos periodos determinados. Estos contratos están hechos a medida, en función de lo que necesite cada parte.
Para realizar un swap es necesario pactar en el contrato el bien, servicio o flujo de caja que se va a intercambiar, la variable observable (normalmente el tipo de interés), y la definición de las fechas en las que se hará dicho intercambio.
Los swaps se referencian en cualquier tipo de variable observable, normalmente suelen ser tipos de interés llamados IRS.
El tipo de swap más común es el de los tipos de interés, ya que intercambia flujos de interés en una misma moneda.

¿Por qué entrar en un swap?
Normalmente, hay dos motivos principales por los que se hace un swap, uno de ellos puede ser porque necesitamos cambiar bienes o recursos futuros. Por ejemplo, podemos necesitar durante un tiempo intercambiar bienes o servicios que generamos nosotros mismos por otros que son necesarios para la actividad.
Por otro lado, podría interesarnos entrar en un swap por lo que se llama especulación. La especulación mueve mucho dinero, sobre todo en actividades como las bursátiles, pero en este caso, podremos invertir en un swap si prevemos o creemos que en el futuro obtendremos beneficios.

Tipos de Swaps.
Hay diferentes tipos de swaps, como por ejemplo los de divisas, que son acuerdos entre  dos agentes económicos para intercambiar durante el tiempo pactado, los dos flujos de intereses nominados de diferente moneda.
Los tipos más simples de Swaps de divisas, varían según los tipos intercambiados, siendo los más importantes los siguientes:
  •       Swap de divisas variable contra variable.
  •      Swap de divisas fijo contra variable.
  •      Swap de divisas fijo contra fijo.


También existen swaps de materias primas, ya que normalmente, las empresas productoras de materias primas tienen mucho riesgo, tanto para préstamos como para inversiones. Por lo tanto, estos swaps tratan de eliminar el riesgo del precio y así abaratar los costes de financiamiento.
Estos swaps de materias primas funcionan muy parecido a los de las tasas de interés, esto quiere decir que, la transacción se basa en el precio de la materia prima acordada, pero no se intercambia dicha materia, es decir, si lo basamos en el petróleo, irá en función de su precio, pero nadie le da petróleo a nadie. Así el swap trata de compensar la diferencia  existente en el precio variable de mercado.

Otros tipos que simplemente mencionaremos, son los swaps de índices bursátiles, los swaps sobre tipos de cambio y los swaps crediticios.

¿Qué riesgos tienen los swaps?
Los swaps presentan diferentes tipos de riesgos, como pueden ser:
  •           Riesgo de base: podría originar una pérdida o una inutilidad cuando se cubre un swap con un contrato a futuro y existe una diferencia entre la tasa de referencia y la tasa implícita en el contrato.
  •    Riesgo de crédito: es la probabilidad de que la contraparte no cumpla sus obligaciones. 
  •    Riesgo diferencial: se puede ocasionar una pérdida cuando se cubre un swap con un bono y se cambia el diferencial del swap respecto al bono. 
  •          Riesgo de reinversión: si hay cambios en las fechas de pago, es necesario reinvertir en cada fecha de rotación. 
  •    Riesgo de tipo de cambio: si se produce una fluctuación positiva de  las monedas que se van a liquidar, esto supone que al final de la operación tengan que pagar más de su propia moneda para adquirir la misma cantidad de la moneda que se acordó en el contrato.

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