domingo, 27 de marzo de 2011

Los ETFs

¿Qué son los ETFs?

Los Exchange Traded Fund o Fondos cotizados, conocidos por sus siglas en inglés ETFs, son fondos de inversión cuyas participaciones se negocian en mercados bursátiles electrónicos en tiempo real y con las mismas características que las acciones. Éstos combinan los beneficios de los fondos de inversión y las ventajas de las acciones.

Sus orígenes

Aparecieron en USA a principio de los años 90 y su aparición supuso el descubrimiento de un nuevo producto de inversión que permite capturar los movimientos de mercado con la diversificación del riesgo que caracteriza a los fondos de inversión.
Tras el éxito en el mercado americano, comienzan a comercializarse en Europa en el año 2000, en las bolsas de Alemania, Inglaterra y Suecia.
Sin embargo, en España, tuvimos que esperar hasta el año 2006 para que los primeros ETFs aparecieran referenciados al IBEX35.

¿Qué quiere decir que son Fondos de Inversión?

Se puede definir un Fondo de Inversión como un patrimonio común o cartera, perteneciente a una pluralidad de inversores denominados partícipes, gestionado y representado por una Sociedad Gestora y cuyos activos se encuentran custodiados por una Entidad Depositaria.

¿Qué ventajas tienen los ETFs?

Los ETFs tienen 4 principales ventajas, estas son las siguientes:
  • Eficiencia: las comisiones son más reducidas por ser fondos de gestión pasiva. No soportan comisiones de suscripción y reembolso, aunque la compra y la venta llevan asociadas el coste de brokerage.
  • Transparencia: la cotización bursátil permite disponer de toda la información relevante en cuanto a precios, volúmenes y diferencias de comportamiento respecto al índice subyacente. La Bolsa en que cotice deberá difundir adecuadamente la composición de la cesta de valores, así como el precio de cierre y el valor liquidativo oficial.
  • Flexibilidad: los ETFs se pueden comprar y vender en cualquier momento de la sesión bursátil, a diferencia del resto.
  • Diversificación: la diversificación es una defensa natural en la gestión de cualquier cartera de inversión. Su principio básico es tan sencillo que incluso un simple refrán lo define perfectamente cuando dice que “no conviene poner todos los huevos en la misma cesta”. Una herramienta muy eficiente para la diversificación son los Fondos Cotizados, ya que al replicar la evolución de un índice permiten tomar exposición a todo el conjunto del mercado y no sólo a uno o varios valores en concreto.



Características de los ETFs

La liquidez

En el caso de las acciones, el volumen de operaciones es un indicador de la facilidad para entrar  o salir de una posición.
Sin embargo, la liquidez de un ETF no depende de su volumen contratado, gracias a su estructura abierta, son tan líquidos como sus subyacentes. Podemos hablar de 2 fuentes de liquidez diferentes:
Liquidez tradicional medida por las operaciones bursátiles y donde tiene un papel fundamental el Market Maker.
El mecanismo de mercado primario que permite crear y colocar participaciones adicionales para atender la demanda de los inversores.

El reparto de los dividendos

Los dividendos se suelen distribuir una o dos veces al año. Mientras haya dividendos pendientes de repartir, se producirá una desviación entre el comportamiento del ETF y el comportamiento del índice.

¿Cómo configurar carteras con ETFs?

Los ETF ponen al alcance de los inversores todo tipo de activos de cualquier parte del mundo. Con ellos, las barreras a la inversión prácticamente han desaparecido y se puede diseñar una cartera a la medida exacta de cada persona.
Según el perfil de riesgo se selecciona el peso en renta fija y en renta variable más adecuada para después seguir filtrando dentro de estas dos categorías.
Aunque la liquidez de los ETFs es inmediata, es importante determinar el horizonte temporal e identificar la vocación de corto, medio o largo plazo previsto para la cartera.
En el apartado de renta fija, el universo de inversión es más estrecho que en renta variable y sobre todo es determinante el vencimiento y la calidad de los bonos. En cuanto a la renta variable, el abanico es tan amplio que permite tomar posiciones para aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado desde cualquier óptica: zona, país, región, sector…

Gestión con ETFs: Core - Satellite

El estilo de gestión Core - Satellite, consiste en invertir de forma activa el núcleo de la cartera o core, por ejemplo el 80% en una serie de índices (tanto de bonos como de acciones), en función de una distribución de activos o asset allocation que el gestor se marca en todo momento como la más idónea para aprovechar el momentum del mercado.
Por otra parte, con el satellite de la cartera, es decir, el porcentaje restante en nuestro caso el 20%, el gestor realiza pequeñas apuestas que tiene por objetivo obtener mayor rentabilidad con el riesgo muy controlado.

miércoles, 23 de marzo de 2011

El riesgo financiero y sus tipos

¿Qué es el riesgo financiero?
El riesgo financiero, es la probabilidad de que ocurra algo que haga tener pérdidas económicas a la organización o a la persona. También se le puede llamar riesgo de crédito o de insolvencia.
Este se refiere al riesgo que se corre en las operaciones financieras respecto a las incertidumbres que estas suponen.
Para entender mejor lo que es un riesgo, debemos conocer bien la variable que mide el resultado de la actividad económica. Esta variable, puede ser, un beneficio contable, un margen de rentabilidad, el valor de mercado de una cartera de activos, el importe de una liquidación en efectivo de un contrato de opciones, o el valor de mercado de los recursos propios de una empresa.


Tipos de riesgos financieros
Hay muchos tipos de riesgos diferentes, los más importantes los explicaremos a continuación:

Riesgo de crédito:
Es la posibilidad de sufrir una pérdida originada por el incumplimiento de las obligaciones contractuales de pago.
El incumplimiento de estas obligaciones, se suele dar por una disminución de la solvencia de los agentes prestatarios, ya sea por problemas de liquidez, de pérdidas continuadas, quiebras, desempleo en el caso de las familias…. Aún que también puede darse por falta de voluntad de pago, es decir, porque no quiera pagar y ya está.
El objetivo de los modelos de riesgo de crédito es obtener la función de probabilidad de las pérdidas de crédito a un determinado horizonte temporal.
El riesgo de crédito fue, y sigue siendo, la causa principal de los múltiples episodios críticos que han vivido los sistemas bancarios del mundo en los últimos veinte años.

Riesgo de mercado:
Con este término se describen las posibles pérdidas que pueden producirse en activos financieros que forman parte de carteras de negociación y de inversión, y que están originadas por movimientos adversos de los precios de mercado; casos particulares de los riesgos de mercado son los riegos de interés y de cambio.
El riesgo de mercado aparece en la gestión de las posiciones de carteras que contienen acciones, bonos, divisas, mercancías, futuros, swaps, y opciones.

Riesgo de liquidez:
Es la posibilidad de tener pérdidas por la dificultad de vender o comprar activos, ya sea total o parcial, sin que los precios hayan variado sensiblemente.
Estas pérdidas también pueden darse por las dificultades en cuanto a la financiación necesaria para tener el volumen de inversión que se desea, ya sea por ausencia de ofertas o por la subida de los tipos de interés.

Riesgo de interés:
Es la pérdida que puede producirse por un movimiento adverso de los tipos de interés, y se materializa en pérdidas de valor de mercado de activos financieros sensibles al tipo de interés, como los títulos de renta fija (pública y privada),  los swaps, los futuros y forward sobre tipos de interés a corto y largo plazo, y las opciones sobre bonos o sobre futuros sobre bonos.
Existe riesgo de interés cuando las masas patrimoniales de activo y pasivo de un banco renuevan sus tipos de interés en fechas diferentes.
El origen básico del riesgo de interés del balance de un banco está en la diferente estructura de plazos de los activos y pasivos.
Las relaciones entre los tipos de interés de los diferentes mercados aumenta la complejidad de la medición del riesgo de interés.

Riesgo soberano:
Se define como el de los agentes acreedores, tanto de los estados como de las empresas garantizadas por ellos, originado por la falta de eficacia de las acciones legales contra el prestatario o último obligado al pago, por razones de soberanía.

Riesgo país:
Puede definirse como el riesgo de materialización de una pérdida que sufre una empresa, o un inversor, que efectúa parte de sus actividades en un país extranjero.
Este riesgo es el resultado del contexto económico (inflación galopante, sobreendeudamiento externo, crisis financieras y bancarias) y político del estado extranjero. La pérdida puede ser debida a una inmovilización de los activos (confiscación de bienes, bloqueo de fondos, moratoria o repudio de deudas), o a la pérdida de un mercado, debido a las razones anteriores.

Riesgo de transferencia:
Es el de los acreedores extranjeros de los residentes de un país que experimenta una incapacidad general para hacer frente a sus deudas por carecer de la divisa o divisas en que están denominadas.

Riesgos operativos:
La materialización de un riesgo como este, aparece cuando se discrepa entre lo que debe ser y lo que realmente es.
Las transacciones financieras deben ser registradas, almacenadas y contabilizadas en un soporte documental preciso, con normas y procedimientos de administración y control.
El riesgo operativo también incluye fraudes, en los que no solo existe la posibilidad de un error humano, sino también la intencionalidad. El riesgo tecnológico es una modalidad de riesgo operativo.

 Riesgo Legal:
Este riesgo se refiere a la posibilidad de que haya errores en la formulación de los contratos.
Se podría considerar una modalidad del riesgo operativo, pero también se puede presentar por una interpretación de los contratos diferente.


Por lo tanto, antes de meterse en una inversión, debemos analizar atentamente los tipos de riesgo a los que estaremos dispuestos, ya que si no los analizamos con atención podremos llevarnos desagradables sorpresas.

lunes, 14 de marzo de 2011

Los Warrants

¿Qué es un Warrant?
Los warrants son parecidos a las opciones, es decir, son un instrumento financiero derivado, el cual, como ya vimos con las opciones quiere decir que el precio se basa en otro activo, por lo tanto decimos que deriva de él. Estos instrumentos financieros otorgan derechos de compra o venta de un activo determinado, el cual es el activo subyacente a un precio pactado, el cual sería el precio de ejercicio, en un tiempo determinado, que es a lo que llamamos el vencimiento. Por lo tanto, los warrants se incluyen dentro de la categoría de las opciones.
Y como ya vimos y debemos saber, este tipo de instrumentos financieros, le dan al comprador el derecho de comprar o vender, pero nunca la obligación.

Características de los warrants

Normalmente, los warrants se caracterizan por ser emitidos por una entidad y son representados mediante anotaciones en cuenta, cotizando así en mercados organizados, a diferencia de las opciones que como ya vimos, podían cotizar en mercados organizados o no, indistintamente.

Diferencias entre un warrant y las opciones: normalmente, el vencimiento de una opción comprada en el Mercado Español de Futuros Financieros de Renta Variable tiene un plazo máximo de un año, sin embargo, un warrant puede tener un plazo más largo. Otra diferencia es la liquidez, ya que un warrant aporta más liquidez que una opción, ya que al haber sido contratada con una entidad emisora, esta es la que se encarga de que dicha liquidez exista.

¿De qué elementos se compone un warrant?

Los warrants al igual que las opciones, se constituyen de varios elementos como pueden ser:
  • Activo subyacente: es el activo de referencia (Acciones, divisas, tipos de interés…)
  • Precio de ejercicio: es el precio al cual se compra o vende dicho activo.
  • Fecha de ejercicio o vencimiento: es la fecha futura pactada en la que el contrato dejará de tener validez.
  • Ratio: este concepto no lo teníamos en las opciones. Los ratios corresponden al número de activos subyacentes que representa cada warrant.
  • Prima: es el precio que vamos a pagar por el warrant.

Normalmente, los warrants son adecuados para inversores particulares, ya que son de sencilla contratación y al ser un contrato están hechos a medida. Son también favorables para este tipo de inversores ya que la liquidez siempre está asegurada y además, las pérdidas a las que uno se arriesga, son reducidas a la prima pagada, por lo tanto, comprar un warrant tiene un riesgo limitado.

Como ya conocemos la diferencia de los warrant call (crees que el precio del activo subyacente crecerá) y los warrant put (crees que el precio del activo bajará), podemos decir, que comprar warrants es como hacer apuestas. Podemos apostar “X” dinero (lo que sería la prima) a que el precio del activo subyacente subirá (call) antes de determinada fecha (vencimiento) o por el contrario que bajará (put).

¿Para qué podemos utilizar un warrant?

Normalmente, se pueden utilizar tanto para hacer pago de gastos varios, hacer frente a compromisos financieros previos, para comprar materia prima… Aunque también se pueden utilizar para retener un producto a la espera de mejores precios y entre tanto disponer de un capital de trabajo o cuando se dispone de un stock sin uso inmediato por razones estacionales o de producción.

¿A qué se tiene derecho al ser titular de un warrant?

El titular de un warrant tiene derecho a:
  • Percibir la diferencia de precio entre el precio actual del activo en el mercado y el precio de ejercicio, para los derechos de compra.
  • Para los derechos de venta, tiene el derecho de recibir la diferencia entre el precio de ejercicio y el de liquidación.
  • Negociar los títulos en los mercados antes de la fecha de vencimiento.
  • Normalmente, los propietarios de un warrant, ejercen sus derechos cuando estas diferencias de precios sean positivas, para así obtener beneficios.

En el caso de que las diferencias fueran negativas, no les conviene ejercer sus derechos de comprar o vender activo subyacente, sino que se quedaría tal cual, perdiendo el dinero invertido (la prima) pero sin ir más allá, es decir, las diferencias no las tiene que pagar, ya que comprar un warrant da derechos y no obligaciones.

Tipos de warrants

Hay 6 tipos principales de warrants, los cuales explicaremos brevemente:
  • Warrants de compra: los warrants de compra le dan a la persona que lo compra, el derecho a comprar el activo subyacente al precio de ejercicio. La liquidación se hace si es positiva, siendo  la diferencia entre el precio de liquidación y precio de ejercicio.
  • Warrants de venta: estos le dan al propietario el derecho de vender el activo subyacente, cuya liquidación igualmente se hace cuando la diferencia entre el precio de ejercicio y el precio de liquidación son positivas.
  • Warrants a la Europea: los derechos que se ofrecen solo se pueden ejercer durante la fecha pactada, antes de que venza. El propietario siempre suele tener beneficios, ya que si el precio del activo bajase, tiene el derecho a no realizar la adquisición del activo.
  • Warrants a la Americana: el derecho que otorgan puede ser ejercido durante toda la vida del warrant hasta su vencimiento.
  • Warrants sobre índices: pueden ser de compra o de venta. Los de compra le dan al titular la capacidad de recibir en efectivo la diferencia entre el valor del índice en la fecha de ejercicio y el valor estimado del mismo. El de venta, sin embargo le da la misma capacidad de recibir en efectivo la diferencia entre el precio estimado al principio de la operación y  el valor actual en la fecha de vencimiento.
  • Warrants “Bermudas”: el derecho del titular puede ser ejercido en varias fechas determinadas a lo largo de la vida del warrant, incluida la de su vencimiento. 

Bibliografía


domingo, 13 de marzo de 2011

Las Opciones

Para saber lo que son las opciones, tenemos que saber de antemano lo que son los instrumentos financieros derivados. Y bien, como su propio nombre indica, el valor de estos instrumentos se basa en el precio de otro activo, siendo por lo tanto, un derivado. 
En los instrumentos financieros derivados, hay dos partes, el activo subyacente que es del que se deriva, como activo subyacente se pueden utilizar cantidad de cosas, como por ejemplo acciones, valores de renta fija, tipos de interés, índices bursátiles…
Las características más importantes de los derivados financieros son:
  • El valor cambia en función de los cambios de precio del activo subyacente.
  • Requiere una inversión inicial bastante baja o incluso nula, esto a diferencia por ejemplo de los swaps, puede provocar mayores ganancias, pero también mayores pérdidas.
  • Pueden cotizar en mercados organizados o no organizados.
  • Se liquidan en una fecha futura.

Por lo tanto pasemos ya al tema de las opciones, que como ya hemos dicho, son un instrumento financiero derivado, que se acuerda mediante un contrato, el cual le da derecho al comprador de comprar o vender bienes o valores a un determinado precio (llamado precio de ejercicio) durante unas fechas previamente pactadas (vencimiento). Es importante saber que le da el derecho, pero no la obligación.
Las opciones, al ser contratos, no requieren que primeramente se compre para luego vender, sino que se puede vender y luego comprar. Por lo tanto tenemos que saber siempre quién es el comprador y quién el vendedor.
  • Comprador: tiene el derecho, pero no la obligación de comprar o vender al vencimiento.
  • Vendedor: tiene la obligación de comprar o vender en caso de que el comprador quiera ejercer su derecho.

Cuando llega la fecha de vencimiento, el comprador tiene que decidir si le interesa ejercer su derecho o si no. Esto lo decidirá principalmente fijándose en la diferencia del precio del activo subyacente en ese momento respecto a la del pactado.

Otro concepto a tener en cuenta cuando hablamos de opciones es el de la prima. La prima, es el precio que el comprador paga por tener ese derecho, es realmente el objeto de negociación del contrato.  La prima es todo el dinero que el comprador puede perder, ya que no tiene la obligación de comprar, por lo tanto, todo lo que podrá obtener  a partir de la prima, serán beneficios, ya que es una manera de “vender el riesgo a un tercero”.
Por otra parte, el vendedor de la prima, es un caso más arriesgado ya que puede soportar pérdidas ilimitadas ya que únicamente tiene obligaciones, y por este hecho, el comprador ejerza o no su derecho, la prima nunca se devuelve.

Tipos de opciones

Opción Call

Compra de una opción call: se suelen dar normalmente cuando se tiene un pensamiento alcista sobre lo que ocurrirá en un futuro con el mercado de valores. Por ejemplo si se prevé que una acción va a subir. 
Si por ejemplo una acción lleva subiendo mucho tiempo y se cree que lo seguirá haciendo, también es interesante comprar una opción call ya que te permite ganar si sube pero las pérdidas son limitadas. O también si queremos comprar una acción que creemos que seguirá subiendo, pero en este momento no disponemos del dinero para comprarla y lo hacemos más adelante aprovechando las subidas.

Venta de una opción call: en la venta de este tipo de opciones el vendedor recibe la prima y a cambio de esto, tiene la obligación de vender la acción al precio acordado, en el caso de que el comprador ejerciera su derecho de compra.
La venta de una opción call genera un flujo monetario inmediato, que es el precio al que se ha vendido la opción. En caso de que la acción bajase, retrasa el momento de tener las pérdidas, pero si la acción se mantiene estable, puede proporcionar una alta rentabilidad.

Opción put

Compra de una opción put: la compra de una opción put, podríamos decir que es la compra del derecho a vender. Normalmente sale rentable comprar una opción put, cuando se prevé la caída de acciones que ya se tienen compradas, ya que mediante esta opción se fija el precio al que se gana dinero.
Las pérdidas en este caso, quedan nuevamente limitadas al precio pagado previamente por la prima y las ganancias aumentan a medida que la acción baje en el mercado. Por lo tanto, normalmente se compran opciones put cuando se tienen acciones y se prevé que su valor va a caer a corto plazo, pero pensando que volverá a subir a largo plazo.

Venta de una opción put: el vendedor de una opción put, vende un derecho a cambio de una prima. En este caso, como vende el derecho, adquiere la obligación de comprar en caso de que el comprador del put ejerza su derecho de vender a final del período.
Normalmente interesa vender opciones put para comprar acciones con descuentos del 10% (este descuento viene dado por la prima ingresada por la venta de la opción).

viernes, 11 de marzo de 2011

Los Swaps, ¿qué son?


Los swaps se crearon en los años ochenta, para intercambiar flujos de capital. Su principal función es la de cubrir riesgos financieros y de mercado. Estos tratan de cubrir a todos los que estén sometidos a los agentes agentes económicos (cambios en el tipo de interés, cambio de precio de las materias primas…

Exactamente,¿qué son?
 Los swap son contratos por los cuales, las partes que lo contratan acuerdan intercambiar flujos de efectivo  de un principal, en unos periodos determinados. Estos contratos están hechos a medida, en función de lo que necesite cada parte.
Para realizar un swap es necesario pactar en el contrato el bien, servicio o flujo de caja que se va a intercambiar, la variable observable (normalmente el tipo de interés), y la definición de las fechas en las que se hará dicho intercambio.
Los swaps se referencian en cualquier tipo de variable observable, normalmente suelen ser tipos de interés llamados IRS.
El tipo de swap más común es el de los tipos de interés, ya que intercambia flujos de interés en una misma moneda.

¿Por qué entrar en un swap?
Normalmente, hay dos motivos principales por los que se hace un swap, uno de ellos puede ser porque necesitamos cambiar bienes o recursos futuros. Por ejemplo, podemos necesitar durante un tiempo intercambiar bienes o servicios que generamos nosotros mismos por otros que son necesarios para la actividad.
Por otro lado, podría interesarnos entrar en un swap por lo que se llama especulación. La especulación mueve mucho dinero, sobre todo en actividades como las bursátiles, pero en este caso, podremos invertir en un swap si prevemos o creemos que en el futuro obtendremos beneficios.

Tipos de Swaps.
Hay diferentes tipos de swaps, como por ejemplo los de divisas, que son acuerdos entre  dos agentes económicos para intercambiar durante el tiempo pactado, los dos flujos de intereses nominados de diferente moneda.
Los tipos más simples de Swaps de divisas, varían según los tipos intercambiados, siendo los más importantes los siguientes:
  •       Swap de divisas variable contra variable.
  •      Swap de divisas fijo contra variable.
  •      Swap de divisas fijo contra fijo.


También existen swaps de materias primas, ya que normalmente, las empresas productoras de materias primas tienen mucho riesgo, tanto para préstamos como para inversiones. Por lo tanto, estos swaps tratan de eliminar el riesgo del precio y así abaratar los costes de financiamiento.
Estos swaps de materias primas funcionan muy parecido a los de las tasas de interés, esto quiere decir que, la transacción se basa en el precio de la materia prima acordada, pero no se intercambia dicha materia, es decir, si lo basamos en el petróleo, irá en función de su precio, pero nadie le da petróleo a nadie. Así el swap trata de compensar la diferencia  existente en el precio variable de mercado.

Otros tipos que simplemente mencionaremos, son los swaps de índices bursátiles, los swaps sobre tipos de cambio y los swaps crediticios.

¿Qué riesgos tienen los swaps?
Los swaps presentan diferentes tipos de riesgos, como pueden ser:
  •           Riesgo de base: podría originar una pérdida o una inutilidad cuando se cubre un swap con un contrato a futuro y existe una diferencia entre la tasa de referencia y la tasa implícita en el contrato.
  •    Riesgo de crédito: es la probabilidad de que la contraparte no cumpla sus obligaciones. 
  •    Riesgo diferencial: se puede ocasionar una pérdida cuando se cubre un swap con un bono y se cambia el diferencial del swap respecto al bono. 
  •          Riesgo de reinversión: si hay cambios en las fechas de pago, es necesario reinvertir en cada fecha de rotación. 
  •    Riesgo de tipo de cambio: si se produce una fluctuación positiva de  las monedas que se van a liquidar, esto supone que al final de la operación tengan que pagar más de su propia moneda para adquirir la misma cantidad de la moneda que se acordó en el contrato.